En los últimos años numerosos medicamentos han sido reformulados, modificados sus prospectos cuando ya se estaban comercializando o simplemente retirados del mercado. Y es que muchos han provocado graves daños e incluso llevado a la muerte a miles de personas. Cabe pues preguntarse cómo es posible que ello pueda suceder. ¿No existen acaso agencias reguladoras de los productos sanitarios que se encargan del control de su eficacia y seguridad como la estadounidense FDA, la europea EMEA o la española AEMPS y, en el caso de los alimentos en Europa, la EFSA? Sí… pero la realidad es que unas están directamente (...)
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