Un joven de 19 años en silla de ruedas por la mielitis provocada por la vacuna de Pfizer

Se llama Luis, tiene 19 años y vive en Écija (Sevilla) postrado de por vida en una silla de ruedas a consecuencia de la mielitis transversa que le provocó la vacuna de Pfizer contra la Covid-19, según afirma el letrado español Fernando Osuna. Su vida se truncó el 23 de septiembre de 2021 cuando le inocularon la segunda dosis y comenzó a sufrir parestesias —por comprensión o irritación de los nervios— y alteraciones sensitivas con debilidad en los brazos para pasar a las pocas semanas a padecer alteraciones motoras en las piernas y un fuerte dolor de espalda que terminaron por imposibilitarle. Su minusvalía es del 84% y necesita ayuda hasta para asearse y comer. Consciente de que nunca más va a volver a ser el joven vital y deportista que fue hoy afronta una dura realidad que no va a compensar nunca el millón de euros que su letrado pide como indemnización al Ministerio de Sanidad. Y lo lamentable es que no es un caso aislado en absoluto sino una más de las miles y miles de víctimas —lesionadas y muertas— que las peligrosas vacunas experimentales para la Covid-19 han dejado sin que nadie responda penalmente por los daños causados. Los laboratorios fabricantes quedaron eximidos de responsabilidad legal en caso de efectos adversos en una inaudita decisión de nuestros gobernantes y demás responsables -gobiernos nacionales y autonómicos, ministerio y consejerías de Sanidad, médicos, enfermeras, farmacéuticos y grandes medios de comunicación, entre otros- que actuaron negligentemente al no advertir a la sociedad de los efectos secundarios de las vacunas cuando figuraban ¡en las propias fichas técnicas! Millones de personas fueron vacunadas sin que se les advirtiera de los riesgos y sin firmar antes el consentimiento informado que exige la legislación; algo vergonzoso porque los propios fabricantes admitieron que sus vacunas podían provocar graves problemas, muerte incluida. Discovery DSALUD lo denunció de inmediato advirtiendo que, entre otros efectos negativos, las vacunas para la llamada Covid-19 podían provocar trastornos del sistema inmune, trastornos de la sangre y del sistema linfático, trastornos vasculares, trastornos del sistema respiratorio, torácico y medianístico, trastornos psiquiátricos, trastornos del sistema nervioso, trastornos gastrointestinales y trastornos musculoesqueléticos y del tejido conjuntivo. ¿Responderá algún día alguien de todo lo sucedido? ¿Va a aceptar la sociedad sin hacer nada que los millones de víctimas que hay en el mundo son “un daño colateral aceptable”? Es evidente que estamos frente a uno de los episodios más oscuros de la historia de la humanidad. En fin, hemos hablado con el abogado Fernando Osuna que lleva el caso y ha presentado la reclamación en nombre de Luis y su familia.