Estimado Sr. Campoy: me permito contactarle de parte de ISA, la asociación Internacional de edulcorantes que representa a los productores y fabricantes de edulcorantes, en relación al artículo ¿Es el aspartamo un edulcorante peligroso?...
Estimados amigos: me han diagnosticado Trastorno Bipolar y la verdad es que los expertos en esta enfermedad no me dan muchas esperanzas. De hecho todos los fármacos que me recomiendan son paliativos y además -he leído los prospectos- tienen efectos secundarios indeseables....
Estimado Sr. Campoy: permítame expresarle mis más sinceras felicitaciones así como a todo su equipo por el reportaje firmado por Francisco San Martín (revista nº 67) en el que se expone,...
Sr. Director. desde que se descubrió el genoma humano -hace apenas 8 años- se intentan descifrar los cambios que se producen en nuestros genes en cada una de las 200 formas que se presenta el cáncer....
Sr. Director: quisiera saber si un paciente ingresado en un hospital, público o privado, puede negarse a recibir el tratamiento prescrito por los médicos. ¿Puede aclarárnoslo?...
Estimado director: como bien sabe soy médico experto en terapias complementarias y alternativas y por ello mismo miembro de la Asociación Española de Médicos Integrativos (www.aesmi.org) y le mando esta carta porque quisiera una vez más mostrar públicamente mi preocupación por el negativo efecto de las radiaciones electromagnéticas,...
Jose Antonio Campoy: “Los partidos políticos se han convertido en pesebres, en agencias de colocación de familiares, amigos y amiguetes”
Publicamos la séptima y última parte de la entrevista a Jose Antonio Campoy que venimos ofreciendo desde el pasado 1 de octubre en la que plasma y justifica su aseveración de que la mayoría de nuestras creencias son falsas y es urgente que despertemos, pensemos por nosotros mismos, ampliemos nuestra conciencia y seamos conscientes de la realidad en la que estamos inmersos o seguiremos viviendo sonámbulos. Y en esta última entrega lo hace citando muchas de las creencias socialmente aceptadas que, a su juicio, son manifiestamente falsas y aun así fueron asumidas –y todavía lo son– por un gran número de personas. Lo insólito es que no se trata de unas cuantas creencias sino de muchísimas. Es más, propone un nuevo sistema democrático que sustituya –desafiando lo que la mayoría propugna–a la democracia partitocrática, a fin de dificultar el control del planeta por la élite globalitaria.