El responsable del deterioro del organismo al envejecer es la epigenética y no las mutaciones en el ADN mitocondrial como se pensaba. Al menos así lo asevera un equipo de investigadores de la Universidad de Tsukuba coordinado por el profesor Jun-Ichi Hayashi que además ha reprogramado fibroblastos de personas mayores convirtiéndolos en células madre embrionarias para obtener luego de ellas fibroblastos rejuvenecidos. Asimismo constataron la importancia que en el envejecimiento tiene la regulación de dos genes implicados en la producción del aminoácido más simple, la glicina, fundamental para prevenir lesiones tisulares, mejorar la capacidad antioxidante, promover la síntesis de proteínas (...)
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