Sr. Director: sigo la revista desde hace diez años y valoro mucho su labor pues por encima de los lógicos intereses editoriales nunca abandona su rigor en el tratamiento de cualquier tema....
Estimado Sr. Campoy: querría pedirles ayuda para mi marido. En 2007 se le diagnosticó Síndrome de Fatiga Crónica y aunque sus primeros síntomas comenzaron hace ya 13 años sufre presión en las sienes,...
Estimado Director: gracias por vuestro trabajo de divulgación y concienciación. Si el intenso trabajo os lo permite os agradecería vuestra ayuda en el problema que a continuación os detallo....
Sr. Director: leo todos los meses la revista y quiero en primer lugar expresarle mi felicitación por el contenido y la orientación editorial que considero acertados,...
Hola. Les escribo tras buscar a algún médico antivacunas sin encontrarlo. Verán, soy terapeuta -ejerzo la Acupuntura, la Kinesiología, la Terapia Sacrocraneal Biodinámica, la Naturopatía, etc....
Sr. Director: soy propietaria de un herbolario en Navarra y hace tiempo que dispongo de un producto de AHCC en cuya documentación se explica que su principio activo es un derivado de la seta shiitake....
Jose Antonio Campoy: “Los partidos políticos se han convertido en pesebres, en agencias de colocación de familiares, amigos y amiguetes”
Publicamos la séptima y última parte de la entrevista a Jose Antonio Campoy que venimos ofreciendo desde el pasado 1 de octubre en la que plasma y justifica su aseveración de que la mayoría de nuestras creencias son falsas y es urgente que despertemos, pensemos por nosotros mismos, ampliemos nuestra conciencia y seamos conscientes de la realidad en la que estamos inmersos o seguiremos viviendo sonámbulos. Y en esta última entrega lo hace citando muchas de las creencias socialmente aceptadas que, a su juicio, son manifiestamente falsas y aun así fueron asumidas –y todavía lo son– por un gran número de personas. Lo insólito es que no se trata de unas cuantas creencias sino de muchísimas. Es más, propone un nuevo sistema democrático que sustituya –desafiando lo que la mayoría propugna–a la democracia partitocrática, a fin de dificultar el control del planeta por la élite globalitaria.