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Se encuentran presentes en muchos alimentos que no lo advierten en sus etiquetas

¡Estamos comiendo insectos sin saberlo!

¿Es usted de esas personas que tiene muy claro que jamás comerá insectos? Pues es muy posible que ya los haya ingerido sin saberlo porque las larvas del gusano de la harina, la langosta migratoria, el grillo doméstico y las larvas del escarabajo del estiércol están considerados hoy “nuevos alimentos” cuyo consumo humano está autorizado en medio mundo, incluida la Unión Europea. De hecho se comercializan enteros, congelados, en pasta, desecados, en polvo o en polvo parcialmente desgrasado y se utilizan ya como un ingrediente más en panes, panecillos, colines, cereales de desayuno, barritas de cereales, gachas, premezclas secas para productos horneados, platos a base de pastas secas, productos a base de pastas rellenas, lactosueros en polvo, sopas, platos a base de cereales o de pastas, pizzas, fideos, patatas fritas y otros aperitivos, galletas saladas, manteca de cacahuete, bocadillos salados listos para el consumo, preparados y sucedáneos de carne, sucedáneos de leche y de lácteos, artículos de chocolate y otros complementos alimenticios. Las autoridades lo han justificado diciendo que son “una fuente alternativa de proteínas de alta calidad que además garantiza “el desarrollo sostenible del planeta”. Y mucha gente se lo cree…