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Es falso que sean las principales responsables de la obesidad y las patologías vasculares

Ingerir grasa es absolutamente necesario

Las grasas —tanto las de origen animal como vegetal— son imprescindibles para que el organismo funcione correctamente siendo solo perjudiciales las grasas “trans” y las hidrogenadas. No solo es falso que sean las principales responsables de la obesidad y las patologías cardiovasculares y cerebrovasculares sino que carece de sentido la absurda demonización del colesterol. De hecho, son la principal fuente de combustible de los procesos metabólicos y del cerebro, actúan como constituyentes estructurales de las membranas celulares y son imprescindibles, entre otras cosas, para el desarrollo del sistema nervioso, la regulación de la presión sanguínea, los mecanismos de defensa del sistema inmune (incluidas las reacciones inflamatorias) y la acción de los esteroides, grupo al que pertenecen las hormonas sexuales (estrógeno, progesterona y testosterona) y las hormonas de la corteza suprarrenal (cortisol, aldosterona y andrógenos) ya que se forman a partir del colesterol en células específicas de los ovarios y los testículos. Y no olvidemos que las hormonas regulan procesos biológicos importantes como la digestión, el equilibrio hidroelectrolítico, la inflamación, las funciones inmunológicas, las características sexuales, la reproducción, el estrés y la conducta. Eso sí, las grasas no deben consumirse conjuntamente con azúcares simples y/o carbohidratos refinados, mezcolanza que precisamente se encuentra en cientos de los productos elaborados que llenan hoy las estanterías de los supermercados.