Un equipo de científicos de la Universidad de Louisiana (EEUU) ha constatado en un estudio publicado en Journal of Clinical Investigation cómo los ácidos grasos que se encuentran en los aceites que se obtienen de los pescados de agua fría como la sardina y el salmón –en particular el ácido docosahexaenoico (DHA),...
Suscríbase para seguir leyendo
Este texto solo está disponible para suscriptores.