Los ayuntamientos pueden exigir a las compañías telefónicas normas de seguridad más estrictas de las que impone la legislación estatal. Así lo determinó el pasado 27 de abril la Sala Tercera del Tribunal Supremo desautorizado al Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJB)....
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Las radiofrecuencias que emiten las antenas de telefonía y otros dispositivos inalámbricos provocan cáncer; especialmente tumores cerebrales e hiperplasia de células de Schwann. Acaba de volver a corroborarlo un equipo de investigación del Instituto Ramazzini de Italia coordinado por Fiorella Belpoggi -Directora de Investigación del centro- tras exponer a esas radiofrecuencias a 2.448 ratas Sprague-Dawley en un estudio que ha costado nada menos que 25 millones de dólares....
El Tribunal Supremo ha corroborado la sentencia emitida hace un año por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón que condenó a la Administración pública aragonesa por la exclusión educativa de un joven autista con discapacidad severa....
El Tribunal Supremo –en sentencia que se dio a conocer en julio pasado- ha rechazado el recurso que Sanofi Aventis-el laboratorio fabricante del Agreal- presentó...
La Sala de lo Civil del Tribunal Supremo dictó el pasado 15 de noviembre sentencia sobre el caso de Antonio Meño quien, como nuestros lectores recordarán,...
José Manuel Maza: "El licenciado que hace actos de especialista no comete intrusismo""El licenciado en Medicina que realiza actos de otra especialidad no comete delito de intrusismo"...
Iniciativa de un grupo de científicos españoles
Un destacado grupo de científicos españoles presentó el pasado mes de mayo en la Universidad de Alcalá de Henares lo que ya se conoce como la “Declaración de Alcalá sobre Contaminación Electromagnética y Salud Pública”,...
Inicio / Noticias / Número 130 / El Tribunal Supremo avala a los ayuntamientos para poner límites a la telefonía móvil
¿Ha dejado de ser saludable comer pescado y marisco?
La pregunta del titular puede parecerle a algunos absurda pero es que hoy la inmensa mayoría de esos animales salvajes que viven en mares y océanos están contaminados por químicos industriales y metales pesados (mercurio, cadmio, plomo y estaño), infectados por parásitos (como el anisakis) o dañados por microplásticos. Y los de acuicultura están siendo alimentados con piensos elaborados con desechos de pollo, pavo y cerdo así como con harinas de soja, trigo y maíz no pertenecientes a su cadena alimentaria natural marina y no son adecuados. Es más, por increíble que pueda parecer a los producidos en cautividad se les vacuna y se les dan antibióticos, antiparasitarios, antisépticos, sedantes, anestésicos, etc. De hecho, solo en la Unión Europea hay autorizados ya más de 300 fármacos en la acuicultura, la mitad de ellos vacunas. El peligro para la salud es pues cada vez mayor.