Una alimentación rica en cobre -sustancia esencial para el correcto funcionamiento del cerebro además de ayudar a mantener sanos los vasos sanguíneos, los nervios, el sistema inmune y los huesos- deteriora sin embargo la capacidad cognitiva cuando la dieta que se sigue es rica en grasas saturadas y/o grasas trans porque ello provoca el acúmulo de placas amiloides y ovillos -característicos del Alzheimer- además de liberar peróxido de hidrógeno,...
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