Año y medio después de que Patricia McGettigan y David Henry publicaran en En PloS Medicine una revisión sobre el riesgo de accidentes cardiovasculares que se deriva del consumo de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) y constataran que el diclofenaco -antiinflamatorio que puede adquirirse sin receta en nuestro país- es casi igual de peligroso que el Vioxx -que tuvo que retirarse del mercado en 2004 tras calcularse que su ingesta había provocado más de 60.000 muertos sólo en Estados Unidos- las autoridades sanitarias siguen sin hacer nada....
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