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107
Julio - Agosto 2008
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Abordaje ortomolecular del Sida

El Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida) se considera una grave enfermedad sistémica que se caracteriza por un importante defecto en la inmunidad mediada por células que produce una reducción de las células T colaboradoras (los glóbulos blancos o linfocitos que ayudan en la respuesta inmune frente a virus y bacterias) en relación a las células T supresoras (los linfocitos que suprimen esa respuesta inmune) lo que da lugar a un incremento de la susceptibilidad del organismo frente a muy diversos agentes patógenos. Y suele presentarse tanto de forma repentina como manifestarse lentamente tras una infección. Cuando la aparición es repentina suele cursar con fiebre, malestar, fatiga, sudor, dolores musculares, articulares, de cabeza y de garganta, erupciones cutáneas e inflamación generalizada de los ganglios linfáticos. En cambio, cuando la aparición es gradual suele manifestarse con fatiga progresiva de causa o etiología desconocida, fiebre poco elevada, diarrea e inflamación de los ganglios linfáticos.