Un grupo de científicos de la Universidad Johns Hopkins liderado por Charles J. Reissig realizó una investigación sobre el consumo de las denominadas “bebidas energéticas” en el que se denuncia su ingesta abusiva así como el agresivo marketing que las presenta a los jóvenes como medios ideales para mejorar su rendimiento gracias a sus efectos estimulantes y psicoactivos. Lo cierto sin embargo es que son muy ricas en cafeína y ésta eleva la presión sanguínea y el ritmo cardiaco además de generar adicción y enmascarar los síntomas de una intoxicación etílica cuando se consume mezclada con alguna bebida alcohólica. El (...)
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