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86
Septiembre 2006
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Aceite de krill, el nutritivo secreto de las aguas antárticas

Krill es una palabra noruega que define a ese minúsculo crustáceo parecido al camarón pero de apenas 3 centímetros de largo y 2 gramos de peso que viaja por el océano en bancos de millones de individuos alimentándose del fitoplancton y que constituye el principal alimento de focas, ballenas, pingüinos y otras aves. Y si bien se han identificado más de 80 especies en todo el mundo sólo el de las aguas de la Antártida contiene tantos y tan poderosos nutrientes –ácidos grasos omega-3, fosfolípidos, antioxidantes, vitaminas y un nuevo flavonoide aún sin nombre– como para conferir al aceite que se hace con ellos las notables propiedades terapéuticas que lo hacen eficaz en dolores articulares, hiperlipidemias, inflamaciones o el síndrome premenstrual, entre otras muchas dolencias.