El médico e investigador canadiense Andrew Moulden decidió en 2009 enfrentarse abiertamente a quienes defienden las vacunas y su utilización masiva afirmando que todas ellas -desde las que se ponen en la infancia hasta las que se administran en la vejez- pueden causar mini accidentes vasculares cerebrales que en un principio no se notan pero pueden terminar provocando a medio y largo plazo distintos tipos de patologías. De hecho asevera que tanto el autismo como la demencia y otros problemas neurológicos pueden haber sido en muchos casos provocados por las vacunas. Daños que si bien no pueden ser captados con (...)
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