La Astaxantina -carotenoide de la familia de los terpenos- es uno de los antioxidantes más potentes que se conocen: 10 veces superior a otros carotenoides -solo que a diferencia de ellos no se convierte en retinol, algo importante ya que un exceso de vitamina A es tóxico- y ¡65 veces más que la vitamina C! Hablamos de un pigmento liposoluble que se puede encontrar de forma abundante en la microalga de agua dulce Haematococcus pluvialis y en menor cantidad en el salmón, la trucha, algunos crustáceos y levaduras además de en las plumas de algunas aves. De ahí su eficacia (...)
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