La prescripción en España de fármacos inútiles y peligrosos a niños diagnosticados con Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad –una enfermedad inventada- es ya de tal calibre que hasta el Comité de Derechos del Niño de la ONU ha mostrado su preocupación. Lógico porque si bien el Ministerio de Sanidad español carece de datos globales un estudio realizado por la Consejería de Sanidad del País Vasco indica que el consumo allí de metilfenidato –principio activo de Ritalin, Rubifén y Concerta, fármacos con graves efectos secundarios- se ha multiplicado por 18 entre 2001 y 2007. Y sigue aumentando. Lo vergonzoso (...)
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