El intento de los médicos norteamericanos Howard Robbins y Robert J. Rowen de tratar con ozono intravenoso en Sierra Leona al personal sanitario y a los enfermos de ébola -del que dimos cuenta en nuestro último número- fue boicoteado en el último momento a pesar de que se hallaban ya en el país, habían sido recibidos por el propio presidente Ernest Bai Koroma y habían entrenado en la técnica -con la aquiescencia de las autoridades- a más de 50 personas, entre ellas varios médicos que pronto se convencieron de su utilidad. Los intereses económicos de las multinacionales han vuelto a (...)
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