El invierno suele ocasionar cada año cuadros sintomáticos que todos conocemos bien. Catarros y gripes son el pan nuestro de cada día. A pesar de lo cual, lo que la gente sabe de ello es más bien escaso cuando no equivocado. Sólo así se explica que muchos se automediquen tomando antibióticos que no sirven más que para sobrecargar el organismo sin necesidad y perjudicarlo. Sumarios: El invierno puede llegar a ser una incómoda sucesión de moqueos, toses y hasta algún que otro molesto cuadro de trancazo gripal con dolores, retortijones de vientre, fiebre e intenso decaimiento. Molestias achacadas tradicionalmente «al (...)
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