La primera sentencia en nuestro país sobre el Agreal -fármaco que desde 1983 se estuvo recetando en España para el “tratamiento” de los sofocos y otras manifestaciones de la menopausia y que Sanidad no retiró hasta junio de 2005 a pesar de los graves efectos secundarios denunciados en todo el mundo- se dictó en 2006. El Juzgado de Primera Instancia nº 12 de Barcelona reconoció que puede provocar trastornos extrapiramidales y crear adicción además de admitir que la información del prospecto era defectuosa. Lo que son incomprensibles son las indemnizaciones decididas. ¿Cómo puede la jueza valorar una vida destrozada por (...)
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