Durante el congreso celebrado en Australia en abril de 2006 con el título La mercantilización de las enfermedades tres miembros del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de la Salud de Roma -Marina Maggini, Nicola Vanacore y Roberto Raschetti- analizaron la eficacia los inhibidores de la colinestarasa llegando a la conclusión de que su consumo por los enfermos de alzheimer y de una amplia variedad de tipos de demencia y deterioro cognoscitivo no se justifica. Sencillamente porque no hay evidencias científicas que respalden la eficacia que se les presupone. Sumarios: Cada vez más personas se niegan a permanecer en silencio (...)
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