El Dimetil Sulfóxido (DMSO) es una sustancia inocua no patentable que es ignorada por el sistema sanitario a pesar de que hay unos 11.000 artículos científicos que avalan sus grandes propiedades terapéuticas; de hecho se sabe que, entre otras muchas propiedades, es antioxidante, antiinflamatoria, analgésica, antimicrobiana, cicatrizante, antiangiogénica y antimetastásica. Y si bien la FDA solo autoriza su uso en casos de cistitis intersticial hay numerosos trabajos de investigación que avalan su utilidad en patologías tan dispares como disfunciones gastrointestinales, neurológicas y oculares, artrosis, artritis, esclerodermia, tinnitus, herpes, úlceras, amiloidosis, hígado graso e incluso cáncer. De hecho se sabe desde (...)
Suscríbase para seguir leyendo
Este texto solo está disponible para suscriptores.