Las virtudes curativas de la jalea real fueron intuidas a lo largo de los siglos por distintas culturas pero es ahora cuando sabemos científicamente la razón. De hecho se ha constatado que es antibiótica, antiinflamatoria, antilipemiante, hepatoprotectora, hipoglicemiante, antifatiga y estimuladora de la formación de hueso y de la neurogénesis habiéndose también comprobado sus efectos hematopoyéticos así como su actividad tópica sobre distintos problemas dermatológicos, especialmente en las úlceras diabéticas. Y se sabe que además ayuda al organismo en casos de infecciones, patologías metabólicas, osteoporosis, menopausia, la Enfermedad de Graves e, incluso, el cáncer. Hasta aumenta la longevidad. Lo que no obsta para (...)
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