El agua de mar purificada extraída de grandes profundidades –bautizada como Plasma de Quinton en honor de quien hizo este descubrimiento- ayuda a curar o mejorar los síntomas de patologías tan dispares como las afecciones de la piel -incluida la psoriasis-, la desnutrición, el asma, los problemas de próstata, la artritis, la osteoporosis, la bronquitis, la gingivitis, los problemas gastrointestinales, el desequilibrio de los sistemas nervioso central e inmune, la obesidad, el cansancio, la sinusitis, la anorexia y el estrés, entre otras dolencias. Sin embargo, en España sólo está hoy autorizado su uso como complemento dietético –por tanto, no en (...)
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