Cada vez son más los profesionales de la salud que están abiertos a las señales inconscientes que sus pacientes les transmiten y que son percibidas a través de la intuición. Y no se trata ya del “ojo clínico” que da la experiencia sino, sobre todo, de la percepción que se siente más allá de lo que la memoria y los años de profesión pueden aportar. Es “saber” lo que le pasa a un paciente, tanto en los aspectos físicos como emocionales, sin pruebas clínicas. Hablamos del diagnóstico intuitivo, una práctica cada vez más tenida en cuenta en el mundo. Sumarios: (...)
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