Francia estudiaba ya en 2009 aprobar una ley para proteger a los menores de la contaminación electromagnética mientras Reino Unido y Finlandia recomendaban sin más que los niños no usen teléfonos móviles; y Bélgica redujo por su parte considerablemente los límites de exposición a las ondas. ¿Y España? En nuestro país no sólo no se limita ni se recomienda que los niños no usen los móviles sino que se permite que se vendan modelos diseñados expresamente para ellos. A pesar de que estudios recientes concluyen que hasta los fetos resultan afectados y al nacer esos niños tienen problemas emocionales y (...)
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