Sólo un 3% el agua del planeta es dulce –no salada- y de ese porcentaje un 80% está en forma de hielo en polos y montañas, un 19% en el subsuelo y un 0,7% en la atmósfera con lo que solo hay disponible para uso directo un 0,3%. Pues bien, en apenas dos o tres lustros su demanda será el doble de la que hoy se suministra y es previsible que puedan desatarse guerras más violentas que las provocadas en las últimas décadas para hacerse con el petróleo. De hecho la Organización Mundial de Comercio, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Interamericano de Desarrollo y otras instituciones financieras han empezado ya en muchos sitios a poner el agua (...)
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