La llegada al mercado de Sovaldi, carísimo fármaco que se supone eficaz contra la hepatitis C -algo en realidad no demostrado- cuyo tratamiento -12 semanas- cuesta en España la friolera de 25.000 euros cuando en Egipto vale 770 y su coste de producción no llega ni a 100 euros demuestra que el sistema sanitario está podrido. Claro que estamos ante una gigantesca estafa basada en el chantaje que solo es posible por la complicidad de la FDA, la Agencia Europea del Medicamento, la mayoría de los gobiernos y ciertas sociedades «científicas» bien relacionadas con la industria farmacéutica, actuando todos ellos (...)
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