Frecuente y muy molesto: estas son las dos características de un trastorno que afecta a unos dos millones de mujeres en España. Y es que las secuelas psicológicas y sociales de la incontinencia pueden ir desde el aislamiento a la depresión. La vergüenza impide muchas veces la consulta con el especialista; sin embargo, la mayor parte de los casos tienen fácil solución y, en los más complejos, las nuevas técnicas medico-quirúrgicas son muy eficaces.
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