Las propiedades terapéuticas de la luz ultravioleta se conocen desde hace un siglo y sin embargo una de sus técnicas más eficaces, la irradiación de la sangre, ha sido relegada al olvido. Siendo llamativo que a pesar de haber sido desarrollada en 1923 por un médico norteamericano en la actualidad apenas se utilice en aquel país y goce en cambio de gran popularidad en Alemania, Rusia y los países de Este europeo. Claro que al principio se coligió que solo servía para combatir infecciones bacterianas y víricas y hoy se sabe que es útil en una amplísima gama de patologías, (...)
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