La Comisión Europea decidió en 2007 llevar a España ante el Tribunal de Justicia de la Comunidad Europea por prohibir la comercialización de productos elaborados con plantas sin justificación legal válida y violando la libre circulación de mercancías que rige en el mercado comunitario. La medida se tomó tras las numerosas quejas recibidas de diversas empresas. Y es que en España todo producto que contenga ingredientes procedentes de plantas que no figuren en la lista que el Ministerio elaboró en su día de forma gratuita y arbitraria se clasifican automáticamente como medicamentos. Hasta muchos complementos alimenticios o dietéticos que son (...)
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