Desde que el famoso virus de la gripe aviaria fuera detectado en Vietnam no llegaban a 100 en nueve años las víctimas mortales que se achacaron a la enfermedad en todo el mundo a pesar de lo cual una bien orquestada maquinaria de propaganda hizo creer a la población que hay riesgo de pandemia y que un producto llamado Tamiflu –cuyo principio activo se extrae del anís estrellado- es la solución. Una gigantesca mentira que obedece a una estrategia comercial para hacer negocio a costa del miedo. Desvelamos las claves de un tinglado al que están inexplicablemente contribuyendo la práctica (...)
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