La injustificable demonización del colesterol
Número 90 - Enero 2007
Tiempo de lectura: 24 minutos
Pero, ¿qué hay de cierto? ¿Es eso así o se trata de otra estrategia de las multinacionales farmacéuticas para vender masivamente productos inútiles? ¿Se justifica la actual ingesta masiva de estatinas –cuyos efectos secundarios a largo plazo están aún por ver– o se trata de medicamentos que no previenen la arterioesclerosis y no han servido para salvar jamás una sola vida? Pasemos a valorarlo.

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