La constatación por Luc Montagnier de la capacidad del agua para recibir, almacenar y actuar como transmisor de señales electromagnéticas procedentes del ADN de bacterias y virus reproduciendo sus efectos sin presencia física reivindica el trabajo del científico francés Jacques Benveniste, descubridor de la denominada “memoria del agua”. Éste estableció las bases de lo que denominó Biología Digital según la cual las moléculas de las sustancias vivas tienen un determinado espectro de frecuencias que pueden grabarse digitalmente con un ordenador para ser luego reproducidas o enviadas por la red a cualquier lugar del mundo. Pudiéndose así transmitir esa información de (...)
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