La vacunación masiva será inútil y puede colapsar el sistema sanitario
Número 245 - Febrero 2021
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En España las primeras personas a las que el Gobierno decidió “vacunar” fueron las de más de 65 años -especialmente las que viven en residencias de mayores- y los profesionales sanitarios. Primero se puso la de Pfizer/BioNTech –que en realidad no es una vacuna aunque así la llame- y luego la de Moderna –que tampoco lo es- y empezaron a inocularse obviando que pueden provocar graves efectos secundarios que incluyen reacciones anafilácticas, problemas neurológicos, parálisis faciales y hasta fallecimientos y que su supuesta seguridad y eficacia solo ha sido testada a muy corto plazo y en personas sanas de menos de 65 años y no en ancianos enfermos de más edad. Alegándose además que se hace para afrontar una emergencia inexistente ya que el 98,82% de la población mundial sigue un año después sin estar oficialmente «contagiada».
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