Para la Otorrinolaringología la función del oído es oír. Para Alfred A. Tomatis la función del oído es escuchar. Y ahí empezó la polémica. Porque la diferencia entre oír y escuchar es muy clara: oír es un acto pasivo y escuchar, en cambio, un proceso activo. A partir de ahí Tomatis desarrollaría un método que actualmente sirve tanto para ayudar a las mujeres a tener un mejor embarazo y parto como para resolver problemas de aprendizaje en los niños o tratar patologías mentales en adultos. Su trabajo terminaría recibiendo el reconocimiento de la Academia Francesa de Ciencias. Aunque para ello (...)
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