Este reportaje aparece en
134
Enero 2011
Ver número

Las agencias reguladoras de medicamentos las controla la propia industria farmacéutica

Hace apenas unas semanas la multinacional GlaxoSmithKline retiró del mercado europeo su antidiabiético Avandia porque puede causar infartos de corazón. Merck afronta numerosas demandas por su Fosamax -como explicamos en este mismo número- y tuvo hace poco que retirar Vioxx. Lo mismo ocurrió con el Lipobay de la farmacéutica Bayer. Y no son más que ejemplos recientes pues son numerosos los fármacos retirados del mercado por su peligrosidad en los últimos años. Cabe pues preguntarse cómo es posible que se estén vendiendo una y otra vez medicamentos tan peligrosos que a los pocos años se prohíben pero tras provocar graves problemas de salud cuando no la muerte. Y la razón es simple: las agencias reguladoras de los medicamentos están controladas en realidad por la propia industria farmacéutica.