Injustificada, inexplicable, indignante y hasta criminal; así podría calificarse la actitud de las autoridades médicas -españolas e internacionales- al rechazar cualquier protocolo o producto alternativo que pudiera suponer un alivio -o incluso la curación- de los diagnosticados como infectados por el virus del Ébola mientras claman por la falta de recursos terapéuticos; especialmente cuando la propia OMS avala en este caso el uso experimental de fármacos. Y es que nuestras autoridades sanitarias se han negado incluso a probar un método terapéutico de eficacia reconocida como la Ozonoterapia y eluden valorar otras posibilidades potencialmente útiles. Es más, la propia OMS, el (...)
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