La comunidad científica no admite la transmisión de los pensamientos ya que cuando se han realizado experimentos en laboratorio el resultado ha sido contradictorio y poco significativo. Lo que no es de extrañar porque el ser humano ha demostrado en muchas ocasiones que no puede ser tratado como una cobaya. Y es que, aunque el sujeto responda siempre de la misma forma, no es menos cierto que cualquier alteración emocional, por pequeña que sea, puede hacer variar el resultado del experimento. Sumarios: El proceso de generación de pensamientos ocultos puede provocar dilatación de la pupila, sudoración fría, temblor en las (...)
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