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Octubre 2004
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Los niños están hoy sometidos a niveles intolerables de ruido

La Organización Mundial de la Salud reconoce claramente que el ruido perjudica la salud y que además de sordera, desconcentración, dolor de cabeza, insomnio y estrés puede llegar a ser causa de hipertensión, aumento del riesgo cardiovascular, excitabilidad del aparato digestivo y úlceras, tensión muscular e, incluso, pérdida de visión. En los niños –los más vulnerables a sus efectos- disminuye además el rendimiento cognitivo. Sin embargo, las autoridades lo consideran erróneamente un problema menor y apenas se ocupan de él. Es pues urgente exigir el cumplimiento de la normativa, especialmente en aquellos lugares dedicados a los niños ya que en (...)