Muchas infecciones parasitarias se diagnostican equivocadamente como enfermedad de etiología desconocida y los médicos las tratan por eso de forma ineficaz. Y lo grave es que son muchos los parásitos que pueden anidar en las personas sin que éstas –ni con frecuencia sus médicos- lo sepan. Bien, pues tras la introducción al tema efectuada anteriormente procede ahora hablar de forma más extensa de los más importantes, de cómo pueden llegar hasta nosotros, de qué manera pueden afectar nuestra salud, de cómo pueden detectarse y, sobre todo, de explicar cómo podemos deshacernos de ellos (lo que haremos en la segunda parte (...)
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