¿Puede tratarse de un virus modificado?
Número 240 - Septiembre 2020
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó a primeros de 2020 que se había encontrado en China un nuevo, peligroso y muy contagioso coronavirus ARN similar al SARS-CoV que fue bautizado por ello como SARS-CoV-2 llamando Covid-19 a la enfermedad que provoca. Pues bien, aunque parezca mentira la existencia del SARS-CoV-2 no está demostrada y aun así la comunidad científica ha aceptado como cierta la secuencia genética dada a conocer de su ARN; claro que ha hecho lo mismo con otros muchos virus cuyo aislamiento y purificación nunca han sido publicados. Es más, se obvia que la propia existencia de los virus como microbios patógenos está hoy en entredicho como quien esto escribe ha podido explicar ampliamente en un trabajo que en breve publicaré resumido en esta misma revista. Pues bien, admitamos que existe y se ha secuenciado su ARN y que los demás virus también existen e igualmente se conocen sus genomas. ¿Permiten en tal caso los trabajos publicados inferir si el SARS-CoV-2 es natural o artificial? Voy a exponer lo que he podido inferir si bien de forma resumida, sin hacerme eco del más de centenar de referencias de mi trabajo original por razones de espacio y sin incidir en los hallazgos de los investigadores Perumal Vivekanandan, Bishwajit Kundu, Ruan Jishou, Li Hua, Botao Xiao, Lei Xiao, Shi Zhengli-Li, Ralph Baric, Etienne Declroly, Soňa Pekova, Jean-Claude Perrez y Luc Montagnier pues ya aparecieron en el nº 237 de la revista correspondiente a mayo pasado.
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