Los peligros de cocer y freír los alimentos
Número 197 - Octubre 2016
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Dicen algunos antropólogos que la cocción de los alimentos fue lo que inició nuestra separación definitiva de los primates y explica el espectacular incremento en apenas un millón de años de nuestro volumen cerebral al permitirnos ingerir carnes ricas en proteínas y hacer masticables y digeribles algunos vegetales pero, paradójicamente, hoy es considerada por otros expertos la principal causa de la mayoría de las enfermedades «modernas». Y es que cocerlos disminuye la cantidad y calidad de sus nutrientes, destruye las enzimas que permiten digerirlos y puede generar además moléculas imposibles de procesar que se acumulan como toxinas provocando a veces la reacción descontrolada del sistema inmunitario. Algo que advirtió hace ya casi un siglo el Dr. Kouchakoff al comprobar que la ingesta de todo alimento cocido inicia un proceso inflamatorio que, al repetirse día tras día, lleva a una inflamación sistémica permanente que estaría a menudo detrás de las enfermedades metabólicas, degenerativas y crónicas.
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