Soterrar las líneas de alta tensión sin apantallarlas no evita sus campos electromagnéticos
Número 112 - Enero 2009
Tiempo de lectura: 24 minutos
Las autoridades españolas se han decidido a soterrar las líneas de alta tensión para que sus campos electromagnéticos no afecten a las personas que viven en sus cercanías. En Madrid, por ejemplo, acaba de anunciarse el soterramiento de 126 kilómetros de cable y el blindaje de las 16 subestaciones eléctricas que Iberdrola tiene en la ciudad. Solo que el blindaje de las subestaciones no va impedir que si explotan se lleven por delante a quienes estén cerca y soterrar las líneas de alta tensión sin las medidas adecuadas no sólo puede no servir de nada sino que los campos magnéticos pueden en ocasiones ser aún más intensos. Una línea de alta tensión soterrada a medio metro de profundidad tiene justo en la vertical un campo mucho más alto que el de una línea aérea aunque a dos o tres metros la radiación sea muy pequeña. No se verán pues pero seguirán generando problemas de salud. Nuestras autoridades siguen tomando el pelo a la ciudadanía.

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