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Junio 2005
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¿Sustituirán los “alimentos funcionales” a los fármacos?

Es evidente que en los últimos años ha surgido toda una generación de productos alimenticios nuevos. Antes uno podía tomarse un zumo de piña o uno de soja; ahora los tiene de soja con piña. Antes uno tomaba leche entera, desnatada o semidesnatada; ahora puede tomarla enriquecida con vitaminas, minerales, aminoácidos, fitoesteroles, soja, fibra, bífidus, ácidos grasos Omega 3 y 6… Las mezclas son cada vez más singulares. En suma, hablamos de alimentos enriquecidos artificialmente que pretenden ofrecer beneficios adicionales para la salud más allá de los meramente nutritivos y que ayudan incluso a reducir el riesgo de contraer enfermedades. A tales alimentos se les denomina “funcionales” y en nuestros mercados ya hay más de 200 con estas características.