Terapias y técnicas de tratamiento
Número 100 - Diciembre 2007
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A los médicos formados en las facultades de Medicina se les ha hecho creer que la única manera de afrontar la mayoría de las enfermedades es mediante fármacos o, en su caso, cirugía. Una completa falacia que se ha intentado justificar afirmando que la Medicina convencional, alopática, farmacológica o bioquímica es la única validada por el llamado “método científico” y de ahí la reciente estrategia de rebautizarla llamándola Medicina Científica en un patético intento de hacer creer que las demás concepciones de la salud y la enfermedad no se apoyan en la Ciencia ni en realidades medibles y reproducibles. Lamentablemente lo único que se ha conseguido con ello es convertir a nuestros médicos –excepción hecha de los que luego se han formado por su cuenta– en profesionales con tales lagunas de conocimiento que empiezan a ser inútiles a la hora de afrontar cualquier dolencia. No en vano los médicos son hoy los profesionales con mayor tasa de suicidio del mundo. Tal es el grado de impotencia e insatisfacción que muy buena parte sufre en silencio. Y, sin embargo, hay concepciones de la salud y la enfermedad mucho más avanzadas científicamente que la bioquímica y terapias infinitamente más útiles que la farmacología de síntesis que no cura prácticamente nada y, encima, provoca graves problemas de salud a quienes consumen los medicamentos que hoy produce la gigantesca industria farmacéutica. Hemos hablado de muchas de ellas. Las recordamos en este breve resumen que en modo alguno pretende ser exhaustivo

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