Muy estimado Sr. Campoy: no es sólo el membrete formal de una carta cualquiera. Siento por usted verdadera estima ya que a través de su revista y de su libro La Dieta Definitiva he podido solucionar problemas de salud que con los médicos convencionales fue imposible resolver....
Sr. Director: ¡resulta que ahora los hospitales públicos y clínicas privadas remodeladas de Madrid se han convertido en una especie de aeropuerto extraño! ¡Cuál fue mi sorpresa ayer cuando descubrí al ir al médico que yo había perdido mi nombre de pila para pasar a ser “L4J03”!...
Hola. Conozco desde hace sólo unos meses la revista -a la que me he suscrito- y no puedo por menos que agradecerles el esfuerzo que hacen compartiendo con nosotros tanta información y de tan buena calidad....
Estimado Sr. Campoy: quisiera agradecerles la labor que hacen con la revista. Gracias a ella mi padre ha dado un cambio increíble. Durante 5 años, debido a un meningioma atípico en la cabeza que se le reproducía muy rápidamente,...
Estimado Director: ante todo quiero darle las gracias por difundir una visión de la salud con sentido común. Claro que el sistema está muy bien tejido y hay que ir hilo a hilo deshaciendo la madeja....
Sr. Director. desde que se descubrió el genoma humano -hace apenas 8 años- se intentan descifrar los cambios que se producen en nuestros genes en cada una de las 200 formas que se presenta el cáncer....
¿Ha dejado de ser saludable comer pescado y marisco?
La pregunta del titular puede parecerle a algunos absurda pero es que hoy la inmensa mayoría de esos animales salvajes que viven en mares y océanos están contaminados por químicos industriales y metales pesados (mercurio, cadmio, plomo y estaño), infectados por parásitos (como el anisakis) o dañados por microplásticos. Y los de acuicultura están siendo alimentados con piensos elaborados con desechos de pollo, pavo y cerdo así como con harinas de soja, trigo y maíz no pertenecientes a su cadena alimentaria natural marina y no son adecuados. Es más, por increíble que pueda parecer a los producidos en cautividad se les vacuna y se les dan antibióticos, antiparasitarios, antisépticos, sedantes, anestésicos, etc. De hecho, solo en la Unión Europea hay autorizados ya más de 300 fármacos en la acuicultura, la mitad de ellos vacunas. El peligro para la salud es pues cada vez mayor.