La inocuidad de los teléfonos móviles cuando se usan de forma habitual no está científicamente demostrada. Y punto. Antes bien, hay numerosas evidencias de su potencial peligrosidad, muy especialmente en el caso de niños y adolescentes. ...
La falsa e interesada polémica sobre la peligrosidad o inocuidad de las radiaciones electromagnéticas emitidas por las antenas de telefonía parece llegar a su fin: el Tribunal Supremo acaba de reconocer que pueden afectar negativamente a la salud. Así lo dice explícitamente la sentencia que dictó...
Como bien saben nuestros lectores habituales en Discovery DSALUD llevamos más de una década denunciando que los tratamientos convencionales para el cáncer que contra viento y marea defienden los oncólogos y las autoridades sanitarias -cirugía, quimioterapia y radioterapia...
Tanto las empresas eléctricas como las de telefonía llevan años intentando hacer creer a políticos, periodistas, jueces y público en general que existe un “debate científico no resuelto” sobre la peligrosidad ...
Las radiaciones electromagnéticas que generan los cables de alta tensión y las estaciones, subestaciones y centros de transformación eléctricas así como las microondas emitidas por las antenas de telefonía, radio y televisión, los teléfonos ...
La estrategia de estimular el sistema inmune para que éste se encargue de afrontar el cáncer ha sido para los oncólogos y la industria farmacéutica algo que apenas se ha tenido en cuenta por considerarlo “insuficiente” pero después de décadas de perder el tiempo y el dinero -y constatar la muerte de...
Jose Antonio Campoy: “Los partidos políticos se han convertido en pesebres, en agencias de colocación de familiares, amigos y amiguetes”
Publicamos la séptima y última parte de la entrevista a Jose Antonio Campoy que venimos ofreciendo desde el pasado 1 de octubre en la que plasma y justifica su aseveración de que la mayoría de nuestras creencias son falsas y es urgente que despertemos, pensemos por nosotros mismos, ampliemos nuestra conciencia y seamos conscientes de la realidad en la que estamos inmersos o seguiremos viviendo sonámbulos. Y en esta última entrega lo hace citando muchas de las creencias socialmente aceptadas que, a su juicio, son manifiestamente falsas y aun así fueron asumidas –y todavía lo son– por un gran número de personas. Lo insólito es que no se trata de unas cuantas creencias sino de muchísimas. Es más, propone un nuevo sistema democrático que sustituya –desafiando lo que la mayoría propugna–a la democracia partitocrática, a fin de dificultar el control del planeta por la élite globalitaria.