Estimado Sr. Campoy: querría pedirles ayuda para mi marido. En 2007 se le diagnosticó Síndrome de Fatiga Crónica y aunque sus primeros síntomas comenzaron hace ya 13 años sufre presión en las sienes,...
Estimados amigos: ante todo quiero deciros que cada número de vuestra revista vale su peso en oro. Ayudáis a limpiar lo que muchos se dedican a ensuciar....
Sr. Director: soy la madre de una niña que tuvo cáncer. Y digo tuvo porque mi hija falleció -si no diría tiene- ya que hoy no hay ningún tratamiento que cure esta enfermedad....
Sr. Director: en el nº 170 de la revista publicaron ustedes una carta mía en la que terminé lanzando la siguiente reflexión fruto de mi dura experiencia: ¿Por qué quienes tienen la grandísima responsabilidad de gestionar nuestra salud son incapaces de contrastar lealmente y sumar conocimientos y prácticas para conservar un bien tan básico y escaso como la vida?...
Estimado Sr. Campoy: quisiera ante todo felicitarle y darle las gracias a usted y a su equipo por la fantástica labor que están realizando y que tanto ayuda a mejorar la calidad de vida de muchas personas....
Estimados amigos de: como seguidor y admirador no sólo de vuestra maravillosa revista sino de la gran labor social que realizáis me permito haceros una propuesta que ayudaría a los muchos lectores que no somos profesionales de la salud y no podemos contar a menudo con el consejo o la indicación de un profesional de la medicina natural....
Jose Antonio Campoy: “Los partidos políticos se han convertido en pesebres, en agencias de colocación de familiares, amigos y amiguetes”
Publicamos la séptima y última parte de la entrevista a Jose Antonio Campoy que venimos ofreciendo desde el pasado 1 de octubre en la que plasma y justifica su aseveración de que la mayoría de nuestras creencias son falsas y es urgente que despertemos, pensemos por nosotros mismos, ampliemos nuestra conciencia y seamos conscientes de la realidad en la que estamos inmersos o seguiremos viviendo sonámbulos. Y en esta última entrega lo hace citando muchas de las creencias socialmente aceptadas que, a su juicio, son manifiestamente falsas y aun así fueron asumidas –y todavía lo son– por un gran número de personas. Lo insólito es que no se trata de unas cuantas creencias sino de muchísimas. Es más, propone un nuevo sistema democrático que sustituya –desafiando lo que la mayoría propugna–a la democracia partitocrática, a fin de dificultar el control del planeta por la élite globalitaria.