Los médicos aseguran desde mediados del pasado siglo XX que los infartos cardiacos los provoca una súbita falta de sangre en el corazón a causa de la obstrucción -por un coágulo o trombo- de alguna de las arterias coronarias que lo irrigan necrosando el tejido que muere por falta de oxígeno si el problema se prolonga.
Los edulcorantes no calóricos pueden ser peligrosos
Los edulcorantes no calóricos pueden dañar la microbiota intestinal, aumentar el riesgo de obesidad, favorecer la diabetes tipo 2 y desencadenar patologías cardiovasculares si se toman durante mucho tiempo porque sí tienen actividad metabólica a pesar de que se negaba. Lo ha reconocido por fin la Organización Mundial de la Salud (OMS) que ahora desaconseja el consumo habitual de la sacarina, el aspartamo, los ciclamatos, la sucralosa, el acesulfamo K, el advantame, el neotame y los glucósidos de esteviol procedentes de la estevia rebaudiana como método para perder peso. Lo que sin embargo omite es que según otros trabajos podrían además provocar cáncer y problemas neurológicos a largo plazo, entre otros efectos adversos.